Comentario
En vísperas de la ofensiva, Model hizo un nuevo intento de volver al plan reducido patrocinado por él y otros generales, intento que Hitler cortó de raíz.
La ofensiva se va a llevar a cabo en un frente relativamente estrecho de 75 km. entre Monschau (Alemania) y Echternach (Luxemburgo). Los alemanes habían hecho una apuesta elevada con capital limitado: había que desplegar sensatez, rapidez, habilidad y que tener suerte. De entrada, había un peligro grave para los alemanes, que Model veía así: "El enemigo número uno es la fuerza aérea aliada, que con su superioridad absoluta puede destruir nuestras avanzadillas y nuestra artillería. Así, pues, el ataque deberá iniciarse cuando el cielo esté encapotado -lo que es frecuente en invierno-, y lo estará durante tres días".
En la zona del ataque principal, los servicios de información norteamericanos habían constatado la presencia de nuevas divisiones alemanas, pero habían pensado que se trataba de preparar una ofensiva limitada para mejorar la moral para Navidad...
El 16 de diciembre de 1944 se desencadena la ofensiva: a las 5,30 horas 2.000 cañones bombardean a los norteamericanos, tras lo cual carros e infantería rompen las líneas. La sorpresa es total. De las divisiones que guarnecían el punto de ruptura, una es reducida a los huesos, otra, rota en mil pedazos, otra más atascada, zarandeada y superada por un flanco, y sólo una, en el sur, sale menos malparada. El milagro, sobre todo en el sector central de Manteuffel, está ahí. En las primeras horas, la penetración es ya de 20 Km.
El 18 de diciembre Manteuffel había ampliado la brecha, que llegaba a los 100 km. de anchura, al sur de Saint-Vith, cuyo saliente, sin embargo, resistió bien, y en la zona de Bastogne, donde se pensó en retirar a las tropas. Pero aquí pudieron concentrarse algunas unidades, incluidos carros y paracaidistas llegados el 18, justo inmediatamente antes de quedar cercadas. Saint-Vith y Bastogne serán las únicas posiciones defensivas organizadas de los norteamericanos en el amplio sector central del frente (5).
En el resto del frente la penetración alemana proseguía imparable; los norteamericanos se retiraban, presa del pánico, sin esperar órdenes ni demoler las defensas e instalaciones, salvo en ciertos casos. El avance alemán había producido enorme confusión (6), las líneas norteamericanas habían sido rotas en dos mitades. El 20 todo el mando se concentró en una sola mano, las del científico y experimentado Montgomery, que sugirió una retirada norteamericana en el sector central, pero el general Hodges se negó para no empeorar la moral de sus tropas.
Mientras, los alemanes habían desencadenado un ataque en todo el frente: el 21 atacaban en la zona Malmédy -Butgénbach-Monschau, sin avanzar, pero comprometiendo a 6 divisiones norteamericanas. Ese mismo día obligaban al general Hasbrouck a retirarse de Saint-Vith (7); ocupaban también Houffalize y Saint-Hubert, superando Bastogne, sin tomarla, el 23. Asimismo, los Aliados se retiraban de la carretera Saint-Vith -Vielsalm-Laroche. El 23 Manteuffel llegaba a 6 km, de Dinant. Sólo en el sudoeste el ataque no tenía éxito apreciable.
Era, como dijo Montgomery, un Pearl Harbor europeo de los norteamericanos. Pero el peligro mayor, en opinión de Montgomery, era una ruptura en la zona de Malmédy -Marche, es decir, en el norte y el centro, hacia Namur, por lo que ordenó a los británicos que mantuvieran firmemente en sus manos los puentes de Namur, Dinant y Givet, sobre el Mosa. Montgomery aconsejó a los norteamericanos que se retirasen de la zona de Saint-Vith, lo que era una medida científicamente irreprochable, pero los norteamericanos se mostraron más emocionales (en realidad eran ellos los derrotados) y prefirieron resistir, incluso tras un nuevo ataque por parte de los alemanes el 23. Un segundo ataque decidió a Hasbrouck a retirarse.
En el sur los alemanes no habían podido entrar en Bastogne, tras un nuevo intento, pero pudieron cercarla totalmente (21 de diciembre). Nuevos ataques no pudieron penetrar en el perímetro defensivo interior: el general McAuliffe (y sus soldados) se hizo famoso por su heroísmo y por responder despectivamente "Nuts!" (¡mierda!) a los alemanes cuando éstos le conminaron a rendirse, el 22 de diciembre. Cuando los alemanes se preparaban para un nuevo asalto, Patton atacó por el sur y consiguió aliviar la presión sobre los sitiados, pero no penetrar en la ciudad; el 23, aprovisionamientos desde el aire les permitieron rechazar un nuevo ataque alemán, lo que comenzó a convencer a los alemanes de que la cosa iba mal porque Bastogne les impedía progresar hacia el oeste, pese a haber penetrado ya en Bélgica, en varios puntos, 80 km.